La Nación: Nuevos delitos en la Red – Los spams ya representan el 96,5% de los e-mails y no hay leyes que los castiguen

Hoy salió en La Nación la siguiente nota:

Nuevos delitos en la Red

Los spams ya representan el 96,5% de los e-mails y no hay leyes que los castiguen

allí hay algunos datos sacados de una entrevista que la periodista me hizo a través del correo electrónico a principios de agosto y que transcribí aquí con autorización de la periodista.

En primer lugar quiero aclarar que YO NO SOY ABOGADO (IANAL) y nada de lo que digo aquí debe considerarse más allá de la interpretación y visión de un lego interesado en la materia.

Creo que lo primero que hay que entender es que el spam no es sólo un problema tecnológico o legal, si no también un problema social. Hace unos cuatro años esbozamos una propuesta en iCauce.Ar (hoy desactualizada, en parte por falta de tiempo nuestro, en parte por el poco interés real que sucitó en la comunidad de ISPs). Allí dejábamos claro que no puede atacarse uno solo de los ejes. No alcanza con una legislación perfecta ni con un filtro perfecto si no que ambos debían ir acompañados por un compromiso social que debía involucrar a los interesados en el tema (esto incluye tanto a los ISPs como a los usuarios).

Es técnicamente imposible hacer un filtro de spam que no capture mensajes legítimos.

Es más si se lee bien la definición de spam que utilizamos en iCauce.Ar es claro que el mismo mensaje puede ser considerado spam por un usuario y legítimo por otro.

En perspectiva, estoy bastante conforme (como comento en la entrevista) con que no se haya hecho una legislación ad-hoc condenada a la obsolescencia casi inmediata como cada vez que se trata de legislar sobre una tecnología que es volátil. Una ley antispam hace cuatro años probablemente no habría contemplado el phishing o el spam a través de sms.

Desde el punto de vista de la tecnología la limitación más fuerte que hay es que los protocolos que se utilizan en internet para el envío de correo electrónico (SMTP) fueron pensados en un contexto de colaboración entre investigadores, docentes y estudiantes, donde no se pensaba que pudiera haber intención de dañar a los usuarios y las redes.

Internet es víctima de su propio éxito y pensar en una migración a un protocolo totalmente incompatible con los viejos servidores smtp es algo que simplemente no va a suceder (del mismo modo que todavía no es masivo el uso de la versión 6 del protocolo IP).

Hay muchos esquemas y técnicas que pueden mitigar el efecto del spam desde el punto de vista tecnológico, pero en general los spammers siempre están medio paso adelante.

Desde el punto de vista social, mientras no haya nada mejor, lo que podemos hacer es no adquirir bienes y servicios ofrecidos a través del spam.

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